← Boletín 18 - Octubre 2022

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Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Aportes de la investigación (1)

Prácticas sexuales y afectivas, salud sexual y gestión de ITS/VIH en varones de 15 a 24 años de Montevideo y Area Metropolitana de Uruguay.

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Se presentan los principales resultados de esta investigación en la cual se aplicó una encuesta autoadministrada. La misma arroja datos esclarecedores para abordar la temática ITS/VIH en poblaciones jóvenes, y para generar nuevas políticas públicas.

Lucía Pérez Chabaneau, Grupo de Investigación sobre Sexualidades (GIS) Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales – UdelaR, Uruguay
Juan José Meré, Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA- Uruguay).

RESUMEN: “La práctica no hace a la identidad” y “conocer la epidemia” son premisas que atraviesan el estudio de salud sexual de varones adolescentes y jóvenes que aquí se presenta. Su objetivo es caracterizar las prácticas sexuales y representaciones sobre sexualidad y vínculos sexo-afectivos de varones de Montevideo de entre 15 y 24 años como forma de realizar una contribución estratégica para el diseño de políticas públicas, particularmente en salud, educación y derechos humanos. En particular, obtener pistas e insumos para elaborar una respuesta efectiva centrada en la promoción de la salud sexual y la prevención de las ITS/VIH. Se realizó una encuesta online auto administrada, distribuida mediante redes y aplicaciones sociales, sustentada en una estrategia de difusión y captación que articuló el diseño metodológico y la aplicación de herramientas de la investigación social aplicada y la comunicación digital centrada en la segmentación de públicos. Se implementó durante el segundo semestre del 2021 por el Grupo de investigación sobre Sexualidades (GIS) del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad de la República (UdelaR), conjuntamente con la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina (FMED) de la UdelaR, el Fondo de Población de las Naciones Unidas de Uruguay y ONUSIDA Cono Sur y regional, con el acompañamiento y asesoramiento de un Comité Técnico formado por expertas/os. Los principales resultados permitieron la identificación de: barreras, brechas y desafíos para las acciones de respuesta nacional a las ITSV/VIH orientadas a los varones; aprendizajes metodológicos para la investigación social y epidemiológica realizada a través de internet, las redes y las aplicaciones sociales; interacciones significativas entre los escenarios digital y presencial y sus expresiones sexuales y afectivas; y finalmente, dinámicas de cambios y permanencias en las prácticas afectivas y sexuales de los varones, evidenciando tensiones entre prácticas–orientaciones–identidades-atracciones en los varones alcanzados. Este artículo se centra exclusivamente en este último hallazgo.

PALABRAS CLAVES: varones, salud sexual, sexualidades, VIH, ITS, diversidad sexual.

INTRODUCCIÓN

¿Por qué los varones? Los varones en general, y los varones adolescentes y jóvenes en particular, tienen una relación más distante con el sistema de salud que las mujeres. Según la ENAJ 2018, las mujeres jóvenes han realizado consultas al sistema de salud en un 10% más que sus pares varones. Esta brecha se profundiza cuando se trata de temas sexuales y/o reproductivos (un 40,8% de las mujeres consultó frente a un 14,8% de varones). En ese sentido, la generación de conocimiento específico en torno al comportamiento y vivencias sexuales de varones jóvenes es central para comprender mejor sus códigos de relacionamiento, sus experiencias y necesidades vinculadas al mundo sexual y reproductivo; lo que permitirá orientar mejor las acciones, mensajes e intervenciones desde el punto de vista de la salud y la educación.

Desde el inicio de la epidemia del VIH, la necesidad de generar información rigurosa y actualizada se ha topado con la dificultad de que las encuestas basadas en metodologías tradicionales con muestras representativas continúan siendo complejas y costosas. Por lo tanto, la cooperación conjunta de UNFPA y ONUSIDA ha permitido avanzar, desde 2019, en varias iniciativas de investigación realizadas a través del uso sistemático y creativo de internet, redes y aplicaciones sociales para alcanzar poblaciones de difícil acceso, con muestras no probabilísticas. Hay limitaciones estadísticas que no permiten la generalización, pero posibilita la apertura e identificación de datos y pistas sobre las varias dimensiones de las prácticas afectivas y sexuales de los varones y sus interacciones con la gestión de la prevención de las ITS/VIH. En particular, para profundizar en las prácticas de los varones quienes, más allá de sus autoidentificaciones, continúan estando sobrerrepresentados en la dinámica epidemiológica del VIH en la región y en Uruguay. Así, en 2018, se llevó adelante el “Estudio sobre la salud sexual y VIH de varones adolescentes y jóvenes que tienen sexo con otros varones”, en espejo con Argentina; y en 2019, se implementó la “Encuesta en línea dirigida a varones gais y hombres que tienen sexo con hombres de 15 a 49 años en Uruguay”.

Precisamente, estos antecedentes directos brindaron insumos sustantivos para pensar las particularidades de la sexualidad y las dinámicas relacionales en la actualidad, especialmente contemplando la dimensión online de las prácticas y construcciones en torno a esta, lo que llevó a explorar otros espacios de interacción (redes sociales o aplicaciones con fines de relacionamiento íntimo). En particular, nos amplió el conocimiento sobre las prácticas afectivas y sexuales de los varones que tienen sexo con otros varones y el abanico de estrategias puestas en juego para enfrentar el riesgo de las ITS/VIH. Además, estos estudios representaron un primer intento de experiencia y aprendizaje sobre la innovación metodológica del uso creativo de internet y las redes sociales apoyándose en la comunicación y marketing digital. En estos aprendizajes, así como en las nuevas interrogantes que surgieron, se basó el presente estudio.

El objetivo general apuntó a generar información actualizada sobre las prácticas afectivas y sexuales, la salud sexual y la gestión de ITS/VIH en adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años residentes en Montevideo y Área metropolitana, como contribución estratégica para el diseño de políticas públicas, con énfasis en la respuesta nacional al VIH. Asimismo, un objetivo específico prioritario fue explorar el potencial de las metodologías basadas en internet y redes sociales como instrumento para la investigación social y epidemiológica sobre sexualidad y salud sexual.

METODOLOGÍA

La estrategia metodológica se sustentó en una encuesta online auto administrada (46 preguntas), distribuida mediante redes y aplicaciones sociales, orientada a captar adolescentes y jóvenes varones en las edades mencionadas. La pregunta filtro “¿mantuviste relaciones sexuales con otro varón en los últimos 12 meses?” permitió desplegar dos recorridos durante la encuesta: uno para varones que tuvieron sexo solo con mujeres, y otro, para varones que tuvieran sexo con varones y, eventualmente, también con varones y mujeres. Basando la estrategia de captación en el uso de redes sociales para elaborar mensajes asertivos y orientados al público específico: varones adolescentes y jóvenes, con un mensaje relativo a salud sexual (es decir, no se orientó la comunicación a varones que se autopercibieran como gays u homosexuales). Para ello se generó una imagen gráfica propia, una cuenta de identificación institucional y tácticas de segmentación dirigidas específicamente a los públicos que a lo largo de todo el proceso se fueron mapeando como targets. Se realizó un monitoreo casi en tiempo real del posteo de mensajes y sus efectos en términos de respuesta de manera de revisar y relanzar la difusión, complementado con las reuniones periódicas de seguimiento con el Comité Técnico. La encuesta estuvo en línea durante 80 días y se obtuvieron 1.889 respuestas, combinando salidas orgánicas y pautadas. Luego de su depuración de acuerdo con las edades de interés para la investigación, se llegó a 1.568 casos válidos. Finalmente, descontando a quienes nunca habían tenido relaciones sexuales o sin relaciones sexuales en los últimos 12 meses, la muestra quedó conformada por 1.351 casos.

PRINCIPALES HALLAZGOS

Los resultados que se presentan corresponden solamente a un módulo del estudio, que corresponde a la caracterización, análisis y problematización de las prácticas afectivas y sexuales de los dos grupos de varones encuestados.

La muestra de varones reside básicamente en Montevideo (87%) y 12% en región metropolitana (San José y Canelones), solo el 1% habitan fuera del área geográfica foco del estudio. En su mayoría tienen un perfil educativo medio y alto: 78% cuentan con nivel terciario, UTU o Universidad incompleta; 7%, con terciario, UTU o Universidad completa. Casi un 80% continúa estudiando y el 54% declara que también trabaja. De ellos, el 64% se atiende en el subsector privado (mutualistas), más de 11% cuenta con seguros privados y solamente un cuarto de la muestra señala atenderse en el subsector público (24% en ASSE, sanidad policial o militar). Por lo tanto, esta caracterización estaría mostrando que se trata de una muestra mayoritariamente compuesta por varones de estratos medios y medios altos, un sesgo que se atribuye, en gran medida, a la imposibilidad de aplicación plena de las herramientas previstas de captación, por las orientaciones al distanciamiento social y las restricciones en la presencialidad. La bifurcación del cuestionario explicada anteriormente se apoya en la decisión metodológica que caracteriza este estudio, se prioriza como punto de partida la presentación de las prácticas sexuales declaradas por los propios varones, lo que permite segmentar en dos grupos: varones que declaran solamente relaciones sexuales (RS) con mujeres en los últimos 12 meses (en adelante Varones-M) y, por otro, aquellos que han tenido relaciones sexuales (RS) con varones y con varones y mujeres (en adelante Varones-V/MV), es decir que en algún momento han tenido un relación con algún otro varón.

El entrecruzamiento de múltiples desigualdades socioeconómicas, resulta en que en que los varones que tienen sexo con varones tengan 28 veces más de riesgo, que otras personas, por lo cual se intentó reagrupar todos los varones que habían tenido alguna experiencia sexual con otros varones, pero sin asignarle ninguna categoría identitaria. Esta decisión metodológica responde a un posicionamiento teórico y a una búsqueda empírica de descentrar la práctica de la atribución identitaria, apuntando a problematizar la categoría epidemiológica “hombres que tienen sexo con hombres” (HSH), que evidencia muchas limitaciones para el conocimiento y el análisis de las prácticas sexuales de los varones, en tanto los varones que refieren a estas prácticas, difícilmente se resuenen con esta categoría (pero sí con la práctica). Los datos de la encuesta pueden contribuir a la necesaria reflexión crítica sobre la categoría “HSH” y que tal vez esté mostrando la obsolescencia en tanto solo abarcaba, de manera estrecha, rígida e inmóvil, un recorte de las prácticas sexuales con un fin epidemiológico.

Las dos primeras tablas muestran que aproximadamente 3 de 4 varones que respondieron la encuesta y han tenido relaciones sexuales solo con mujeres (RSM) en el último año, cualquiera sea el tramo etario, se reconocen mayoritariamente con la identidad de género “varón”, en el que destaca que 1 de cada 10 varones que han tenido relaciones sexuales con varones y con varones y mujeres (RSVM)refieren dudas o se autodefinen con otras identidades genéricas.

T1 Varones según prácticas sexuales
%N
RS solo con mujeres67.9918
RS con varones y con mujeres y varones32.1433
Total1001351
T2 Identidad de género declarada según prácticas secuales (%)
Población totalVarones-MVarones-V/MV
Varón94,997,689,1
Varón trans0,50,21,2
No estoy seguro/a de mi identidad de género1,91,13,7
Otro1,90,74,6
Prefiero no responder0,70,41,4
Total100100100

En los cuadros que siguen se constata la tensión entre prácticas, orientaciones e identidades sexuales y arreglos afectivos, que muestran dinámicas entrecruzadas de cambios, permanencias y flexibilizaciones en el campo de la sexualidad. Palumbo y Marantes (2021) se preguntan si el mundo se volvió gay, analizando cómo las prácticas sexuales y sociales regidas por la heteronorma (que colonizó durante mucho tiempo -tal vez demasiado- el mundo de los heterosexuales y de los no) van acercándose casi como en un guiño a otras formas de experimentar la sexualidad y de habitar los vínculos erótico-afectivos. Una muestra de eso es la apropiación de las tecnologías íntimas (Pérez Chabaneau, 2020), el uso de redes sociales y aplicaciones con fines de vinculación íntima, erótica y afectiva que hoy aparece sumamente extendido, pero que supo ser vanguardia del mundo de los varones que tienen sexo con otros varones.

Profundizar en ese abanico diverso de prácticas afectivas y sexuales (y escenarios en las que éstas se despliegan) solo parece posible si se parte de una ruptura epistemológica que descarte la lógica del encasillamiento/clasificación/calificación/etiquetamiento previo y habilita el recuperar el vasto y actual entramado erótico-afectivo que plantean los varones adolescentes y jóvenes.

La Tabla 3 presenta la auto definición de las orientaciones señaladas por los varones, y se aprecia una auto identificación mayoritaria del primer grupo de varones con la categoría heterosexual (casi 86%) y el segundo, con la de gay u homosexual (casi 53%). Uno de cada 10 varones que han tenido relaciones sexuales solo con mujeres y tres de cada 10 varones que han tenido relaciones sexuales con varones/varones y mujeres, se definen como bisexuales. Uno de cada 100 varones que han tenido relaciones sexuales con mujeres en los últimos 12 meses se autodefine como homosexual y cinco de cada 100 varones que han tenido relaciones sexuales con varones/mujeres y varones, se presenta como heterosexual. De los varones que declaran relaciones sexuales con varones/mujeres y varones, casi uno de cada 10 declara no estar seguro de su orientación o señala “otra” como elección.

T3 Orientación sexual declarada según prácticas sexuales (%)
Población totalVarones-MVarones-V/MV
Bisexual17,29,832,8
Homosexual9,01,025,9
Gay8,70,126,8
Heterosexual59,985,75,1
No estoy seguro/a de mi orentación sexual3,42,26,0
Otro1,60,83,2
Prefiero no responder0,40,40,2
Total100100100

En términos de atracción sexual, se observa también cierta dinámica de flexibilidad y plasticidad en las relaciones sexuales y afectivas. Si bien los varones que han tenido relaciones sexuales con mujeres en los últimos 12 meses declara mayoritariamente sentirse atraído solo por mujeres (84%), uno de cada seis (14%) dice sentirse atraído por varones y mujeres, mujeres y varones trans en varias combinaciones identitarias. En el grupo de varones que declararon relaciones sexuales con varones/mujeres y varones en el último año, casi la mitad siente atracción hacia los varones, seguido de atracción por ambos géneros (21%), y por varones y mujeres y personas trans en varias combinaciones identitarias casi para una de cada cuatro varones (23.8%). Finalmente, dos de cada 100 varones del primer grupo y cuatro de cada 100 del segundo, manifiestan dudas o prefieren no responder sobre la atracción sexual. 

T4 Atracción sexual según práctica sexual (%)
Población totalVarones-MVarones-V/MV
Por mujeres58,484,23,7
Por varones15,50,447,6
Por mujeres y varones10,75,821,0
Por varias combinaciones identitarias13,28,223,8
No estoy seguro/a1,91,13,5
Prefiero no responder0,30,30,2
Total100100100
CONCLUSIONES

Poner en perspectiva comparada a varones y sus prácticas sexo afectivas (varones que tienen relaciones sexuales exclusivamente con mujeres y varones que tienen relaciones sexuales con otros varones y con mujeres), aporta elementos interesantes para pensar la sexualidad de los varones en un sentido amplio, en primer lugar, identificándola como un continuo fluido y no en su aspecto binario y excluyente. Nos permite visualizar que ciertas dimensiones de la sexualidad y de las interacciones afectivas y sexuales están conociendo dinámicas de flexibilización y movimiento, como lo muestra las tensiones evidenciadas entre prácticas–orientaciones–identidades-atracciones en estos varones.

Estas tensiones pueden estar mostrando una dinámica de desdibujamiento de las fronteras que se establecen a partir de la síntesis entre la práctica sexual y la identidad sexual, desde una perspectiva que las asocia mecánicamente. En ese sentido, se destaca la afirmación de un grupo considerable de varones auto identificándose como bisexuales, lo que representa un dato muy significativo sobre estos movimientos de transformación en la esfera íntima y de su auto reconocimiento.  Precisamente, estos datos permiten problematizar la dinámica de deconstrucción de la masculinidad hegemónica (tanto la heterosexual como la homosexual), con rasgos aún presentes de la masculinidad tradicional y las nuevas pautas que se expresan en las varias respuestas.

En este panorama de movimientos y permanencias en el campo de la sexualidad y las relaciones sexuales y afectivas de los varones surgen varios desafíos, en particular para las políticas en salud, sobre todo las acciones de prevención de las ITS/VIH, y para las políticas educativas, sobre todo para la implementación de la educación sexual. El desafío primero de correrse de las etiquetas previas (gay, hetero, trans, bisexual…) hacia el reconocimiento pleno y efectivo de las prácticas afectivas y sexuales concretas y, entonces, sobre las prácticas, construir las narrativas e intervenciones de promoción de salud y de educación para la sexualidad. Si no se corre el riesgo de seguir enviando mensajes a quien no está del otro lado, o simplemente hacia quien siente que no es para él. El segundo desafío concomitante del anterior, y parece duro de resaltar aún, es reconocer la diversidad de expresiones de la sexualidad en su compleja trama de orientaciones, identidades y atracciones, despojadas de ecuaciones automáticas, correlaciones estáticas o jaulas identitarias de los deseos. Los resultados de los aportes de estos 1351 varones parecen señalar que responder articulada y coherentemente a estos desafíos en las acciones de promoción de salud sexual y prevención del VIH es sobreponerse a la presunción de heterosexualidad, en la consulta o en las campañas, es hablarles a las personas, a los varones en este caso, de sus encuentros amorosos y sexuales, cualesquiera sean. La exploración y flexibilidad que plantean los adolescentes y jóvenes para experimentar y narrar su sexualidad debe ser considerada si es que interesa realizar una aproximación con sentido de realidad a ellos, tanto desde las políticas de salud, así como de las estrategias de educación sexual.

Contacto:
Lucía Pérez Chabaneau: lucia.perez@cienciassociales.edu.uy
Juan José Meré: mere@unfpa.org