← Boletín 13 - Agosto 2021

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Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Voces que transforman (2)

Entrevista a Esther Corona Vargas

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En vistas al próximo 25° Congreso Internacional de la WAS, Esther Corona Vargas, sexóloga, psicoanalista y actual Presidenta de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS), comparte sus reflexiones sobre el concepto de “justicia sexual”, que será el eje de este evento.

Por: Stephany Herrera, Laura Crespi y Alejandra Olaiz

¿De dónde surge y cómo podemos definir el concepto de “justicia sexual”?

La Justicia Sexual no es solo un constructo teórico, sino que está orientado a la implementación de acciones operativas que faciliten un trípode virtuoso en el que deben basarse los derechos: accesibilidad, garantía y equidad. Es un concepto que aparece vinculado al de justicia de género, compartiendo las raíces de la interseccionalidad.

Se basa en un enfoque interseccional que se centra en las necesidades, experiencias y liderazgo de las personas más afectadas por la discriminación y la opresión.

La justicia sexual se fundamenta en los siguientes principios: dignidad humana, igualdad, autonomía personal y corporal, ciudadanía, comunidad, participación, solidaridad, derechos, responsabilidades y paz. La “justicia sexual” tiene como objetivo reconocer y proteger la libertad de todas las personas frente a la coerción, la violencia y las actividades sexuales y reproductivas no consentidas y no deseadas. En relación con la salud sexual, la justicia se asocia directamente con la posibilidad de acceso a la información y educación, la atención de salud asequible, la accesibilidad a los servicios de salud y la especificidad de la oferta de estos servicios para todas las personas. La diversidad sexual y de género se consideran realidades indiscutibles dentro de la Justicia Sexual. También se asocia directamente con la posibilidad de acceso a la información y educación.

 

Luego de esta definición, ¿por qué es importante abordarla?

Porque aunque hemos hecho muchos esfuerzos desde la salud sexual, hay una gran cantidad de grupos que están siendo marginados o sujetos de discriminación por muchas razones. Por mencionar: diversidad sexual, edad, personas que viven con VIH, migrantes, un conglomerado, en algunos casos mujeres, en otros casos, jóvenes, entonces si queremos que la Salud Sexual (SS) sea una realidad para todos y todas, necesitamos un concepto que nos acerque, que sea una intersección , con toda esta temática y con la salud sexual para hacerla una realidad. Y eso es lo que tenemos como base, lo que denominamos los derechos sexuales, que son derechos universales reconocidos, asociados a la sexualidad, y para eso la WAS ha construido y redactado, en 1997 por primera vez y luego revisado, una Declaración de Derechos Sexuales, allí están plasmados y constituyen la base de aquellos derechos universalmente reconocidos.

 

¿Por qué se ha elegido este tema como central para el Congreso de la WAS que se va a realizar próximamente?

Porque el Congreso de la WAS tiene como lema “no dejar a nadie atrás”. Si es ese lema, necesitamos tener algún fundamento. Todo este fundamento teórico, todo este andamiaje está siendo construido, no es una realidad de hecho y, aunque hace muchos años se viene dialogando sobre este concepto, no es universalmente reconocido. Se está trabajando mucho en base a experiencias muy concretas en todas partes del mundo, entonces, este recorrido es la razón por la cual se eligió, es decir, para estar asociados al lema del Congreso. Para ello va a haber una consulta general con diferentes tipos de personas que pueden ser sujetos de estos tipos de problemáticas, de discriminación o de exclusión. Por ejemplo, al referirnos a la educación, pensemos en todo lo que tenga que ver con la potencialidad del derecho a la educación. Observamos la exclusión al derecho a la sexualidad, como sucede con niños con identidades diversas en las escuelas, o niños/as que pueden ser excluidos por capacidad física o intelectual. Hay niños y niñas dentro y fuera de los sistemas escolarizados que son sujetos de exclusión. Hay etnias, en algunos casos, excluidas del sistema. Tenemos que tener una plataforma para empezar a pensar cómo llegamos a todos estos grupos excluidos y cómo les damos el acceso a los que nosotros consideramos derechos universales de estos individuos y de todas las personas.

 

¿Cuáles serían las implicancias y qué alcances se pueden abordar desde la noción de justicia sexual en las prácticas educativas?

Nuevamente tenemos que recordar cómo definimos a la EIS, es decir, una educación que es estructurada, sistematizada y que está basada en los principios de los derechos humanos (yo diría en los derechos sexuales). En una consideración de equidad e igualdad de géneros, es decir, con una perspectiva de géneros, que atiende a todas las personas durante todo el curso de vida, por lo tanto, es progresiva y está adecuada a cada edad, y también es muy importante que toma una perspectiva positiva de la sexualidad y por lo tanto, incluye el bienestar y el placer. No es solo para prevenir, para evitar, sino para transformar y desarrollar. Entonces si tomamos esto en cuenta no podemos dejarlo de excluir del tema de la justicia porque estamos hablando, cuando hablamos de derechos y de un acceso universal a este tipo de educación, de todas las personas, eso sería la justicia. ¿Cómo tendría que ser ya dentro de las prácticas educativas? Es algo que tenemos que trabajar todavía mucho, pero está basada en esos principios de no exclusión, de participación y una plena conciencia de los educandos de cualquier edad, sobre estos derechos, pero eso va a tomar su tiempo, es decir, requiere capacitación, requiere información, pero tenemos que empezar por tener una base de principios, que es la que estamos tratando de acuñar, y que, en el Congreso va a ser manifestada a través de esta consulta y del pre-congreso para jóvenes, donde nos vayan informando cuál es la visión que ellos y ellas tienen.

 

Específicamente: ¿cómo se vincula la “justicia sexual'' con la EIS/ESI?

A través del hecho de que la EIS, en sí, en su propuesta y a través de la conceptualización, debe estar basada en derechos. Además, se reconoce a la EIS como un derecho, en sí misma. Por tanto, se vincula mediante dos pilares: la EIS/ESI está basada en derechos pero al mismo tiempo debe ser reconocida como un derecho. Y ahí, podríamos ir explorando cada una de las temáticas de la inclusión, de cómo atendemos a ciertos principios de la EIS, que son un poco lo que ya he mencionado. Es un concepto muy complejo, porque toma muchas intersecciones, pero cada vez estamos más convencidos de que no podemos abordar estas temáticas de una manera simplista, sino que debemos ver cada vez más, desde los diferentes ángulos, cómo se va estructurando. Este reconocimiento de la complejidad, claro está, nos complica la comprensión. Cada vez más, nos toca como práctica educativa, en algún momento, deshilvanar todo esto para hacer de la comprensión del público en general y de todos los involucrados en un proceso educativo dentro y fuera de la escuela. Es decir, no podemos olvidar que también estamos pensando en personas que están, no solo dentro de los sistemas educativos escolarizados. Más actualmente, atravesando la pandemia, hemos visto que la estructura clásica de la escuela no es viable en muchos casos. Ese es un problema a resolver, porque la parte presencial es muy importante, pero no es la única. Yo no creo que haya un regreso a las aulas total sin considerar el aspecto virtual, que podría darnos acceso a esas sociedades excluidas. Aunque al mismo tiempo tiene implícitas desigualdades, eso que llamamos brecha digital, eso que tiene que ver con estatus social (quienes tienen más posibilidades de utilizar los medios) y además, con brechas digitales de género, vinculado con cuestiones educativas, donde las mujeres tenemos menos acceso a medios digitales, generándose ciertas condiciones de marginalidad. Todavía tenemos que caminar mucho en este terreno porque estamos entrando en terrenos bastante complejos, como dije antes.

 

¿Nos podría adelantar cómo está planteado el próximo Congreso de la WAS?

El Congreso es en septiembre, del 11 al 13 la parte más importante, pero aparte hay dos días satélites que tienen esta consulta sobre justicia sexual, el pre-congreso juvenil. En primer lugar y, a pesar de que lo íbamos a celebrar en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) viene desde allá, con esta visión de no exclusión. África es una región que por muchas razones nosotros, la WAS, no hemos trabajado, entonces se sigue conservando el énfasis en África en este congreso, como en el pasado (México) se hizo hincapié en América Latina. Viene desde allá pero no sucede en África (es totalmente virtual este año). Va a tener una serie de conferencias magistrales dadas por especialistas en temáticas que tienen que ver con educación ESI/EIS, con salud pública, anticoncepción, prácticas clínicas de salud y sexualidad. Se trata de analizar qué es lo que está pasando, hay cuestiones que apenas empezamos a entender de todas esta “cuestión cibernética''. Por ejemplo, me llama la atención la robótica y la interacción con robots: ¿qué implicaciones tiene esto?

También se van a presentar cuestiones de muchos grupos excluidos, como por ejemplo, de poblaciones trans, o poblaciones indígenas. Vamos a tener una conferencia dada por Amaranta Gómez, mujer trans-indígena que nos va a hablar sobre cómo se ha colonizado y descolonizando la interacción entre el pensamiento sobre la sexualidad y estos grupos. Entonces va a ser muy emocionante, tendremos una visión de todas las regiones, al mismo tiempo muy integral y en muchos casos, muy de avanzada. Habrá presentaciones de casos clínicos, de experiencias educativas y también habrá propuestas diferentes. Va a haber una parte que va a ser en vivo, pero todo va a ser puesto a disposición de los participantes durante 12 horas continuas, porque nuestros horarios no coinciden. Van a haber grupos de conferencias magistrales en vivo y todo el Congreso pregrabado a su disposición, entonces cada uno va a elaborar su menú y entra a la hora que quiere y a la hora que puede. Eso tiene tantos aspectos positivos como negativos, ya que es muy rica la interacción personal, y eso no lo sustituye la interacción virtual...no es lo mismo. Pero al mismo tiempo nos permite un alcance que no podríamos tener de otra manera, al no tener la limitación del viaje, se puede acceder desde puntos muy diversos, a todo el mundo. Por eso invitamos a todos y a todas a esta experiencia que nos va a dar una gran riqueza.

Esther, le agradecemos enormemente su generosidad.