← Boletín 11 - Diciembre 2020

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Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Haciendo camino al andar (2)

“La educación sexual integral en la trama de la formación docente. Experiencias docentes en el ISFD Nº 809 de Esquel (Chubut) Argentina”

Relato de experiencia de abordaje específico de la Educación Sexual Integral en Instituto Superior de Formación Docente desde 2012.


Por: Agulleiro Manuel, Gómez José Luis, González Fabiana

Resumen: En el siguiente relato pondremos en común y en circulación, experiencias docentes a partir de la realización de acciones vinculadas a la Educación Sexual Integral, en el contexto de la educación superior. Recuperamos nuestra expertise en virtud de los Talleres de ESI y de las Jornadas de ESI; que implicaron acciones institucionales e interinstitucionales, llevadas adelante desde el 2012; y con el propósito de transversalizar su abordaje haciendo eje en los Derechos Humanos y en la emancipación, como proyecto político de la ESI. A su vez, en la perspectiva de acompañamiento pedagógico a las trayectorias educativas e institucionales.

Palabras clave: Educación Sexual Integral; Formación Docente; transversalidad; cuerpos, géneros y sexualidades; saberes pedagógicos.

En el año 2012 se incorporó como espacio curricular en la Formación Docente Inicial en la provincia del Chubut, el Taller de Educación Sexual Integral (ESI). A partir de ello, en el Instituto Superior de Formación Docente N° 809, en el que nos desempeñamos en distintas ofertas formativas, se comenzaron a llevar adelante los Talleres de ESI. Inicialmente, dicha incorporación representó una ruptura en el devenir curricular, posibilitando la oportunidad de poner a disposición en la formación de formadorxs, una deconstrucción del curriculum y de cierta gramática escolar, organizadora de contenidos y de modos de ser y estar en las instituciones de modo sexista y binario. Luego de haber transitado los primeros años de cursado, comenzamos a hacernos interrogantes, motivados por las interpelaciones, obstáculos y resistencias: ¿Cuáles fueron las particularidades de los talleres de ESI en sus primeras experiencias y a lo largo de estos años? ¿Qué desafíos pedagógicos se fueron evidenciando? ¿La unidad curricular posibilitó el abordaje transversal? ¿De qué modo y forma la agenda de la ESI trastocó la inercia institucional? ¿Se presentaron tensiones y resistencias? ¿Fueron necesarias otras acciones institucionales?

Comentar en primer lugar que el proceso de construcción de la unidad curricular ESI resultó complejo. Saberes en torno a los géneros, las disidencias sexuales, las infancias trans, etc., continúan irrumpiendo -aún a lo largo de estos años- posibilitando la construcción (sin perder tensiones, desafíos e interpelantes) de una posición docente crítica y emancipadora. Entendiendo que la ESI es un derecho de niños, niñas y adolescentes, una responsabilidad de lxs adultxs, y una obligación del Estado; es que consideramos y asumimos en los talleres, la centralidad de plantear un abordaje multidimensional de los temas de la ESI en la formación de lxs futurxs docentes, haciendo hincapié en la necesidad de defender, ampliar y garantizar derechos, reconociéndonos -docentes y estudiantes- en una trama sensible, afecto implicada, que atraviesa y constituye lo escolar. 

Reconocimos que la formación docente resulta estratégica, en tanto que es un marco propicio de experiencias educativas que posibilitan emancipación política, social, económica, de clase y género. Una tarea compleja, pero posible, cuando se suman ideas, esfuerzos, cuando se comparte el deseo de participar y promover experiencias enriquecedoras y movilizantes, que traccionan a la mutación institucional, a la disrupción que potencia.

Comoidentificamos que los talleres no eran suficientes para trastocar discursos y prácticas, nos propusimos el desafío de generar otros espacios de encuentro transversales a las carreras, a fin de instalar en el ámbito de la formación instancias de reflexión que contribuyan a problematizar la idea socialmente extendida de que la educación es un espacio neutral, asexuado y desgenerizado; considerando que si se promueve la reflexividad en lxs individuxs (y las instituciones) es posible poner en evidencia el carácter central que tiene la escuela respecto de organizar identidades, cuerpos y sexualidades. Espacios que llamamos las Jornadas de ESI: pensándolas en términos de aportar a la construcción de una práctica educativa inclusiva y plural, sin desconocer que transitamos un contexto problemático que se objetiva en múltiples obstáculos y dificultades en donde (no sin conflicto) se disputan los sentidos y valoraciones sociales, en torno del quehacer en educación sexual. 

Estas jornadas articularon diversos tópicos y formatos, e implicaron: talleres, conferencias, conservatorios, intervenciones artísticas. El eje de las  mismas resulta de la necesidad de reflexionar sobre las prácticas educativas a partir de los feminismos críticos, y se han abordado temáticas como: la ESI en la formación docente, la construcción escolar del sistema sexo-género, las corporeidades y escuela, las  violencias y desigualdades,  la  ESI y las disidencias sexo-genéricas, así como repensar el machismo como dispositivo de poder. Las 9° jornadas, este año, se desarrollaron en la virtualidad y los conversatorios  giraron en torno de Los desafíos de la ESI frente a las violencias, Masculinidades en la ESI, ESI y diversidad funcional y se presentó, en el marco de las Jornadas Educar en Igualdad: prevención y erradicación de la violencia de género (Ley 27.234), el “Plan de Acciones y Criterios para Prevenir, Detectar, Intervenir y Erradicar Violencias de Género en el ámbito del ISFD N° 809”, un logro, producto del trabajo articulado de los distintos estamentos de nuestro instituto.

Está claro que los encuentros constituyen un gran desafío, por un lado, en relación con lo que implica en términos operativos convocar a lxs especialistas, pero fundamentalmente, en términos de las resistencias que aún hoy generan las temáticas de la ESI en algunos sectores.

Finalmente, hay que destacar que estas acciones han sido cruciales para, también, poder relevar y medir el desarrollo del abordaje de la educación sexual integral en la formación docente. En las distintas acciones, pudimos realizar un trabajo empírico de relevo cualitativo de las intervenciones posibilitando ir configurando acciones que reconozcan el propio campo de desarrollo.

A catorce años de reglamentada la ley de ESI (N° 26.150), su cumplimiento es dispar, y en términos generales los déficits de la implementación se explican en parte como resultado de significaciones fuertemente instituidas que operan en obstáculo, prácticas discursivas que, disponibles en las instituciones de formación docente, significan los cuerpos, géneros, sexualidades desde lógicas estereotipadas y prejuiciosas. Tanto el espacio de los talleres, así como a lo largo de estas jornadas, nos propusimos abordar los problemas de la implementación de la ESI en las escuelas en general, y en la formación docente en particular. 

Conclusiones finales

Es claro que, luego de estos años que, venimos con esfuerzo trabajando en hacer real la ESI en nuestro instituto, despejamos la necesidad no solo de fortalecer las articulaciones inter-institucionales y la implicancia de lxs actores institucionales (estudiantes, docentes, directivos, auxiliares); sino (y en función de la complejidad de nuestra tarea) la necesidad de tejer redes, de poner en diálogo experiencias, en tanto creemos que es necesario ampliar la mirada hacia otras perspectivas, otrxs sujetxs, otros territorios. La realización de acciones inter-unidades curriculares, y espacios de articulación interinstitucionales, nos reafirma la idea de que es desde las acciones sistemáticas, articuladas e interdisciplinarias, desde donde debemos asumir una mirada activa y reflexiva, no sólo del espacio escolar y su gramática generizada, sino (y sobre todo) respecto de nuestras propias representaciones y prácticas.  

Entendemos que insistir en el plural, es estratégico; en tanto permite reconocer y albergar esta apertura a la diversidad, propia del humano, negándonos a reducirla a lo biológico, lo genital, lo “natural”. En esta perspectiva, la formación docente resulta un espacio central respecto de deconstruir los imperativos de género, reconociendo que a pesar de prácticas conservadoras que todavía persisten, guarda un inmenso potencial de encuentro con lx otrx. Es entonces que, seguiremos insistiendo en lo integral y lo múltiple de la sexualidad, como ordenador significativo de reflexión, participación, intercambio y transformación. Concebimos fundamental para la formación docente inicial el trabajo en el taller y en las jornadas, con un claro marco epistemológico plural, diverso e inclusivo, en perspectiva de género y derechos humanos, a fin de institucionalizar y transversalizar la Educación Sexual Integral no solo en el nivel superior sino en los niveles para los que se forman lxs futurxs docentes. 

Referencias

Louro, G. L. “Currículo, género y sexualidad. Lo “normal”, lo “diferente” y lo “excéntrico”. Descentrada, 3(1), e065. 2019

Morgade, G. (2019) “La educación sexual integral como proyecto de justicia social”.Descentrada, 3 (1), e080. 2019

Simons, M., Maschelein, J. “Defensa de la escuela. Una cuestión pública”. Buenos Aires: Dávila editores. 2014

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