← Boletín 10 - Octubre 2020

IntercambiEIS
Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Voces que transforman (1)

“En el marco de la prevención del embarazo en niñas y adolescentes en el contexto de la COVID 19, la Educación Integral de la Sexualidad es una estrategia que merece urgente atención”

Por: Alma Virginia Camacho-Hübner, MD, MPH
Asesora Regional en Salud Sexual y Reproductiva
UNFPA – LACRO

En América Latina y el Caribe se estima que el 19% de todos los nacimientos se produce en adolescentes entre 15 y 19 años, con importantes diferencias entre países. Aunado a ello, la maternidad en el grupo de niñas de 10-14 años de edad, está en aumento, y asociada a situaciones de abuso y violencia sexual. La gran mayoría de los países de América Latina y el Caribe tienen una tasa de nacimientos de entre uno y cinco nacimientos por cada 1,000 niñas de 10 a 14 años; la tasa más alta se registró en Venezuela, con cinco nacimientos por cada 1,000, seguido de dos por cada 1,000 para la República Dominicana (ONU,2020). Aunque se trate de tasas pequeñas en comparación con el grupo de 15-19 años de edad, cada caso constituye un drama y, además, la tendencia no es precisamente hacia su erradicación.1

Además de las brechas y barreras en el acceso a servicios de calidad y oportunos y a insumos de salud sexual y reproductiva incluidos los programas de anticoncepción y consejería, el embarazo en adolescentes pone de manifiesto las persistentes desigualdades sociales, económicas que dificultan el desarrollo del pleno potencial de las niñas, niños y adolescentes y el ejercicio efectivo de sus derechos.

En este sentido, la CEPAL (2018) da cuenta que la desigualdad social y económica está relacionada con el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos, lo cual se observa en variables tales como los ingresos, acceso a recursos productivos, educación, salud y trabajo decente, pero tomando en cuenta de manera transversal los determinantes de dichas brechas, siendo los principales: la clase social o estrato socioeconómico, el género, la etnia o raza, el territorio y ciclo de vida. Dichos determinantes no se encuentran aislados unos de otros, sino que se entrecruzan y se potencian a lo largo de la vida de las personas, principalmente de adolescentes, conformando una matriz de desigualdad social.2

En cuanto a la desigualdad de género, las adolescentes y niñas aún sufren diversas situaciones de discriminación, exclusión y violencia. La desigualdad por pertenencia étnica, se manifiesta en diversas dimensiones, lo que exacerba las brechas de acceso a educación, salud, inserción laboral y participación ciudadana, aspectos esenciales para alcanzar la inclusión social, económica y política de todas las personas, principalmente indígenas y afrodescendientes3.

Los efectos de la Covid 19 en el embarazo en adolescentes

Desde que, el 11 de marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia por coronavirus, la situación del embarazo en adolescentes se ha agudizado, colocando a niñas y adolescentes en mayor situacion de vulnerabilidad ante el incremento de los embarazos, asi como la violencia basada en genero y violencia sexual.

Respecto a la salud sexual y reproductiva, lecciones aprendidas de otras epidemias a nivel mundial, como el Ébola y el Zika, han mostrado que la salud y los derechos sexuales y reproductivos requieren una atención particular durante estas crisis, puesto que los principales impactos se expresan en el incremento de la mortalidad materna y neonatal, el aumento de los embarazos no intencionales, el aumento del aborto inseguro y el escalamiento de la violencia sexual, basada en el género, así como las propagaciones de las infecciones de transmisión sexual/virus de inmunodeficiencia humana, entre otras (Camacho, 2020).

Los servicios de salud sexual y reproductiva, han aumentado las barreras de acceso a los servicios e insumos, adicional a las que ya existen. Estas barreras están relacionadas al cierre total o parcial de establecimientos e interrupción de la cadena de suministros y por ende una disminución de la disponibilidad de métodos anticonceptivos y otros insumos de SSR. Asimismo, se añaden los temores de la población sobre el riesgo de contagio al acudir a los servicios; las limitaciones prácticas para los desplazamientos de la población que derivan de las medidas de cuarentena, confinamiento y distancia social necesaria para contener la propagación del virus; el emprobecimiento que deriva de la crisis económica asociada a la panmedia y que limita los recursos de bosillo para la compra de insumos de salud sexual y reproductiva en el mercado.4

Las medidas de confinamiento o cuarentenas, además de restringir la circulación (dificultando el acceso geográfico a los centros de salud), han aumentado la exposición a situaciones de violencia sexual y abuso en el ámbito intra-familiar. Esta realidad pone de manifiesto que muchas mujeres, adolescentes y niñas pasan el confinamiento bajo el mismo techo que los agresores, con una alta exposición a embarazos no intencionales por violación y abuso sexual.

También, hay que añadir a que los adolescentes enfrentan situaciones de mayor exposición al acoso por medios digitales (sexting y grooming).

Lo anterior, inevitablemente, repercute en un aumento de los embarazos no intencionales, incluidas las niñas y adolescentes, en más infecciones por ITS, abortos inseguros y mayor morbilidad y mortalidad materna. Y con efectos importantes en la salud mental de los adolescentes que se traduce en estrés, depresión y cuadros ansiosos.

En América Latina y el Caribe, las proyecciones de Naciones Unidas para inicios de 2020 estimaban que 19.720.000 mujeres no conseguían acceder a métodos anticonceptivos modernos. En este sentido, a nivel mundial, el Instituto Guttmacher5, estimó que una reducción del 10% en el uso de anticonceptivos de acción corta y larga duración reversible en países de medianos y bajos ingresos resultaría en 15 millones de embarazos no intencionales. Asimismo, el Fondo de Población de Naciones Unidas ha llevado a cabo un análisis para América Latina sobre el impacto de la COVID 19 en el embarazo adolescente. Entre sus conclusiones se anota, que en un escenario moderado las adolescentes de la región tendrían un 20% más de reducción en el acceso a los anticonceptivos que el promedio de las mujeres y en un escenario extremo la exposición al riesgo de embarazo por el confinamiento podría incrementar los embarazos adolescentes en un 5%.6

Respuestas urgentes y efectivas

El impacto de la pandemia por Covid-19 sobre la tasa de embarazos adolescentes y sus repercusiones son altamente preocupantes. Es fundamental trabajar de forma estratégica y coordinada de manera integral, tomando en cuenta que los determinantes del embarazo en adolescentes es multicausal y que los mismos se han profundizado y ampliado con la pandemia.

Para garantizar la cobertura y la calidad de la atención de salud sexual y reproductiva, se requerirá de medidas especiales para asegurar las atenciones in situ y de medidas novedosas para la distribución de insumos y bajo ninguna circunstancia limitarlos o negarlos. De acuerdo con Rodriguez y Bernuy (2020) hay que seguir asegurando una entrega oportuna de la anticoncepción de emergencia, respecto de los insumos o atenciones cuya prestación no requiere presencialidad en los centros de salud, habrá que proceder de forma innovadora mediante: i) entregas para una duración mayor a la normal; ii) habilitación de centros alternativos y de fácil acceso para la distribución de los métodos; y iii) despacho con brigadas, fuerzas de tarea o empresas privadas. Estas acciones son clave para evitar embarazos no intencionales en este grupo de la población y entre todas las mujeres expuestas a riesgo de embarazo en general.

La Educación Integral de la Sexualidad, una respuesta urgente

Para el Fondo de Población de Naciones Unidas, el paquete esencial de servicios de salud sexual y reproductiva no son diferibles durante la pandemia, entre estos se encuentra la educación integral de la sexualidad. La evidencia científica demuestra los beneficios e impactos de la EIS en la preparación de adolescentes y jóvenes para una vida segura, productiva y plena en un mundo donde los embarazos no intencionales, el VIH y el sida, las infecciones de transmisión sexual (ITS), la violencia de género y la desigualdad de género todavía representan un grave riesgo para su bienestar. El análisis de la evidencia científica compilada desde la década de 1990 hasta la actualidad, demuestra que7:

De tal manera que en los actuales contextos de la Pandemia y ante la tendencia al aumento del embarazo no intencional en adolescentes y niñas, así como la violencia sexual por el confinamiento, la implementación de la EIS es una estrategia que debe ser garantizada de manera urgente y las diferentes instancias publicas, privadas, familias y comunidades, aseguren mecanismos para este fin. Especialmente si sabemos que muchas niñas, niños y adolescentes, no asisten de manera presencial a los establecimientos educativos, pasan buena parte de su tiempo en sus hogares y no se conoce cuales son las condiciones en la que viven para un acompañamiento eficaz en el proceso de enseñanza – aprendizaje, y lo más importante, como son los entornos en los que habitan.

En este sentido, las diferentes estrategias que puede ofrecer la EIS fuera del contexto escolar, articuladas con servicios sociales y de salud, son fundamentales para que las/os niñas, niños y adolescentes y sus familias, cuenten con herramientas, que más allá de la información, fortalezcan sus competencias para la toma de decisiones conscientes y críticas vinculadas con su sexualidad, y que promuevan su empoderamiento individual y comunitario en pos de garantizar sus derechos.

  1. Rodríguez Vignoli y V. San Juan Bernuy (2020) “Maternidad, fecundidad y paridez en la adolescencia y la juventud: continuidad y cambio en América Latina”, serie Población y Desarrollo, N° 131 (LC/TS.2020/89), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
  2. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Sede Subregional en México (2018). Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Centroamérica y la República Dominicana.
  3. Ídem.
  4. Rodríguez Vignoli y V. San Juan Bernuy, “Maternidad, fecundidad y paridez en la adolescencia y la juventud: continuidad y cambio en América Latina”, serie Población y Desarrollo, N° 131 (LC/TS.2020/89), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2020
  5. Guttmacher Institute. “Estimates of the Potential Impact of the COVID-19 Pandemic on Sexual and Reproductive Health in Low- and Middle-Income Countries”. Disponible en internet en abril 2020.
    guttmacher.org/journals/ipsrh/2020/04/estimates-potential-impact-covid-19-pandemic-sexual-and-reproductive-health
  6. UNFPA LACRO Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia en seis países de América Latina. Implementación de la Metodología Milena en Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Paraguay(2020)
  7. UNFPA-LACRO (2019)